Se considera que hay un problema de erección cuando el hombre experimenta una dificultad marcada para conseguir o mantener una erección durante la actividad sexual o también cuando hay una reducción significativa en la rigidez de la misma.
Cuando algo no va bien durante varios días, es necesario consultar con un especialista, especialmente si notamos que la situación nos genera ansiedad, que evitamos el momento del encuentro íntimo o o que aparecen otros síntomas como disminución del deseo o la eyaculación precoz.
Problemas de erección: cómo afecta a la pareja
Los problemas de erección, en el plano de la pareja, pueden ocasionar que las relaciones sean menos frecuentes y de menor calidad. además, suele ocurrir que esto se traslada a un plano emocional: nuestra pareja se pregunta si la falta de deseo está vinculada con falta de atracción. Esto suele ser un motivo de conflicto importante, en especial cuando el hombre no busca soluciones o resta importancia al problema.
Además, la falta de erección suele tener un impacto emocional en el hombre de manera individual: Para la mayoría de los hombres, el desempeño sexual es fundamental para el autoestima. El agravante es que muchos se sienten avergonzados y no piden ayuda, simplemente reducen la frecuencia en los encuentros o evitan tener relaciones. En promedio los hombres tardan hasta dos años en pedir cita.
La actitud comprensiva de la pareja es esencial ante los primeros episodios porque reduce la ansiedad de rendimiento, por tanto, se deben evitar comparaciones con otras parejas anteriores, enojos o tomar el hecho como prueba de que se ha perdido el interés. En los últimos años se ha constatado que para los problemas de erección los tratamientos combinados, son la opción más eficaz para la mayoría de pacientes independientemente de la causa de sus problemas de erección. Es importante consultar siempre con profesionales. Cómo superar los problemas El tratamiento de la falta de erección debe comenzar localizando la causa, en la mayoría de los casos, con un componente psicológico. Respecto a las terapias, dependen del origen del problema, y existen varias alternativas como la terapia hormonal o la cirugía. Desde el punto de vista psicológico, existen unas actividades para casa que se realizan en pareja donde mediante unos guiones, y en donde forma progresiva se trabaja la ansiedad de rendimiento, actividades muy similares a lo que se hace para tratar ciertas fobias. La mayoría de los problemas de erección comparten un componente psicológico que se conoce como ansiedad de rendimiento. La ansiedad provoca un efecto circulatorio poco conocido de vasoconstricción periférica, este fenómeno es capaz por sí solo de provocar una pérdida de erección.
También existen alternativas naturales, como Virilser de Samedí, para mejorar el rendimiento. Sus componentes poseen propiedades adaptógenas, capaces de inducir en el organismo un estado de resistencia aumentada para contrarrestar las señales de estrés y adaptarse a un esfuerzo excepcional. Su acción es “normalizadora” ya que mejora la capacidad de adaptación, de resistencia del organismo frente a la tensión. En este sentido, en el plano sexual, al tener una repercusión positiva en elsistema nervioso y actuar como compensador frente a la fatiga y las condiciones estrés, la restauración de la potencia se vuelve más posible. Además, esta raíz posee propiedade vasodilatadoras que mejoran el flujo sanguíneo a nivel genital, ayudando a conseguir la erección. En síntesis proporciona un resto energético interesante para recuperar el deseo y la acción. Es 100% natural y no tiene contraindicaciones.
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